Mirada
Gigante es el universo en tu mirada
tan insaciable
que me devora y me embarca hasta este lugar,
para mí inédito,
donde lo tuyo supera mis fortalezas.
Aquí, yo no soy el que conozco,
vivo sobre las flores de marzo por la mañanas,
y al borde del invierno por las tardes.
Estoy en espera de un rescate imposible,
alguien que pilote mis alas
y me lleve a aguas tranquilas
porque no se está seguro aquí.
Basta uno de tus susurros para retar mi presente,
tomar mi pasado entre tus manos
y convertirlos en polvo.
Yo intento navegar contra corriente
resistiendome a sucumbir,
en este mar tan incierto.
Me aferro con fuerza a la luz de tu promesa,
a la que le he permitido amputar todo de raíz,
lo que fui,
lo que quise ser,
¡todo!
Menos los ojos,
Que esos los necesito para adentrarme
Aún más en lo recóndito de tu mirada.
India de ojos azules
Cuenta la leyenda que naciste
con la ceiba en lo profundo del Mayab,
blanca como la luna
con ojos zambullidos en el cenote.
Fuiste magica
como la selva
con despliegue de elegancia
como las iguanas.
Cuenta le leyenda que viniste de un lugar lejano
y trajiste en tu regazo la mezcla de dos mundos.
Tus manos fueron creadas para ser alabadas
pero labraron la tierra
y cuidaron del quetzal.
Cuenta la leyenda que de noche
improvisaste las estrellas
ungiste la oscuridad con dulzura.
y te esparciste por el campo.
Cuenta la leyenda que la tierra era tu tesoro
y nos heredaste las sonrisas de los ojos nuevos,
esas que aún resuenan en las hijas de tu estirpe.